El viernes, una enorme sombra de aleta dorsal causó revuelo en la playa de Ashdod. Por motivos de seguridad, los bañistas de la popular zona de Beach 11 fueron sacados inmediatamente del agua. El temor de que pudiera tratarse de un tiburón peligroso resultó ser infundado: los expertos confirmaron que se trataba de un tiburón ballena, la especie de pez más grande del mundo, totalmente inofensiva para los humanos.
Primer avistamiento documentado en Israel
El Dr. Aviad Scheinin, de la Estación de Investigación Marina Morris Kahn de la Universidad de Haifa, examinó las grabaciones del equipo de vigilancia de la playa y confirmó la extraordinaria observación. “Se trata del primer avistamiento documentado de un tiburón ballena en la costa mediterránea de Israel y apenas el tercero confirmado en todo el Mediterráneo”, explicó. Anteriormente solo se habían registrado dos avistamientos: en 2021 en la costa turca y en diciembre de 2022 en una red de atún cerca de Ceuta, en el norte de África.
El municipio de Ashdod activó de inmediato su “protocolo de tiburones”: la zona de playa fue cerrada, señalizada con advertencias e inspeccionada para garantizar la seguridad de los bañistas. Sin embargo, el tiburón ballena siguió tranquilamente su camino, sin mostrar señales de estrés ni de peligro. Los expertos suponen que llegó al Mediterráneo oriental a través del Canal de Suez.
Gigante de los océanos
Los tiburones ballena (Rhincodon typus) pueden alcanzar entre 12 y 14 metros de longitud y vivir más de 100 años. A pesar de su imponente tamaño, se alimentan exclusivamente de plancton, peces pequeños y diminutos crustáceos, que filtran del agua. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la especie se considera en peligro.
Aunque los tiburones ballena se han avistado ocasionalmente en el Mar Rojo cerca de Eilat, su aparición en la costa mediterránea de Israel tiene una importancia científica especial. La especie fue descrita por primera vez en 1828, después de que un ejemplar fuera arponeado en Sudáfrica. En 1849, el médico militar y zoólogo británico Andrew Smith documentó oficialmente la especie. Su nombre se debe a su tamaño similar al de una ballena y a su forma de alimentarse mediante filtración.
Para los bañistas, el avistamiento significa: no hay motivo de preocupación, pero sí un evento histórico que resalta de manera impresionante la singularidad y diversidad del mundo marino frente a la costa de Israel.





