Nueve barcos japoneses desembarcaron más de 17 toneladas de aletas de tiburón ilegalmente en Callao

Perú: 9 barcos japoneses desembarcaron más de 17 t de aletas de tiburón en Callao pese a la prohibición. Sin sanciones, sin denuncia a la justicia – expertos exigen medidas.

Ronny K4 de septiembre de 2025
Nueve barcos japoneses desembarcaron más de 17 toneladas de aletas de tiburón ilegalmente en Callao

Entre 2021 y 2024, nueve barcos pesqueros japoneses desembarcaron en el puerto de Callao más de 17.000 kilos de aletas de tiburón en 713 sacos, a pesar de que Perú prohíbe desde 2017 el desembarque de aletas separadas, sin importar la bandera ni la zona de captura. Según el análisis de 83 actas de inspección y protocolos de transbordo, no se dispusieron decomisos ni se informó a la Fiscalía Ambiental (FEMA).

Lo que exige la ley – y lo que no ocurrió

Por ley, el “aleteo” está prohibido; los tiburones deben desembarcarse con las aletas adheridas. La norma se aplica tanto a embarcaciones nacionales como extranjeras, incluso cuando la captura se realiza en alta mar. Normalmente, los inspectores deben supervisar el desembarque, denunciar infracciones, incautar la mercancía e imponer multas. En los casos documentados, nada de esto ocurrió: no se iniciaron procesos ni se notificó a la Fiscalía.

“Las aletas de tiburón tienen un valor de mercado más alto que la carne – por eso Perú prohíbe el desembarque de aletas separadas”, enfatizan juristas especializados.

Alcance, especies y origen

Al menos 9.000 kilos de las aletas provenían del tiburón azul (Prionace glauca, globalmente “casi amenazado”), mientras que otros 8.000 kilos no fueron especificados por especie en los registros. Los datos satelitales señalan actividades pesqueras en aguas internacionales del Pacífico – algo irrelevante para la legislación peruana: el desembarque solo se tolera con las aletas adheridas.

Actores privados con antecedentes

Los barcos japoneses estuvieron representados por la agencia marítima Gyoren del Perú SAC, que ya ha recibido multas por más de 120.000 dólares estadounidenses (entre ellas por sospechas de pesca ilegal). El comprador de todas las aletas fue Servicios Marítimos Santa Elena SAC, una empresa con infracciones relevantes, incluida una sanción (2020) por importar marrajos dientudos (Isurus oxyrinchus) sin documentos de exportación CITES.

Vacíos de aplicación y dimensión internacional

Las revisiones de la Secretaría de CITES en 2024 derivaron en restricciones comerciales para ciertas especies de tiburones y rayas de Ecuador; para Perú se recomendaron mejoras en el control y la coordinación interinstitucional. Los expertos reclaman medidas más estrictas en Perú: más personal para la policía ambiental y la aduana, decomisos consistentes, exigencias tangibles hasta prohibiciones temporales de exportación para las empresas incumplidoras – y la eliminación de los productos de tiburón del “canal verde” de despacho aduanero.

“De poco sirven las leyes si faltan controles. Los decomisos consistentes y las denuncias obligatorias a la Fiscalía son decisivos”, advierten fiscales ambientales.

Por qué importa

El comercio mundial de aletas genera fuertes incentivos para prácticas ilegales. Las aletas separadas suelen significar que los cuerpos son arrojados al mar – a menudo aún vivos. Las estrictas normas de fin-attached son por ello un instrumento clave contra el aleteo. El caso de Callao demuestra: sin un control efectivo, la protección queda solo en el papel.

Fuentes

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