Una floración de algas mortal está provocando actualmente una dramática mortandad masiva de vida marina en la costa sur de Australia . Las regiones más afectadas se encuentran en el estado de Australia Meridional, incluidas paraísos naturales muy populares como Kangaroo Island, la península de Yorke y la península de Fleurieu.
Costas llenas de cadáveres: defensores de los animales dan la voz de alarma
La organización de protección de peces Ozfish informa de una situación alarmante: cientos de animales como tiburones, rayas, cangrejos y pulpos ya han sido víctimas del alga tóxica Karenia mikimotoi. “Nuestros voluntarios cuentan que caminaron solo un kilómetro por la playa y contaron más de cien rayas muertas y otros animales marinos”, explicó un miembro del equipo. También se han documentado tiburones muertos. Tiburones, rayas, cangrejos y pulpos ya han sido víctimas del alga tóxica Karenia mikimotoi . “Nuestros voluntarios cuentan que caminaron solo un kilómetro por la playa y contaron más de cien rayas muertas y otros animales marinos”, explicó un miembro de la organización. También se han documentado tiburones muertos.
Una imagen impactante: las playas están cubiertas de cadáveres, lo que no solo tiene consecuencias ecológicas dramáticas, sino que también altera a las comunidades costeras. Los turistas que vienen por la biodiversidad se enfrentan ahora a playas fantasmales llenas de animales muertos.
Viejos conocidos – con un efecto devastador
La especie de alga Karenia mikimotoi es conocida por los científicos desde la década de 1930. Se ha detectado en el pasado frente a las costas de Japón, Noruega, EE. UU. y China. Dondequiera que aparece, regularmente siguen daños ecológicos y económicos graves, especialmente para la pesca y el turismo. Los expertos estiman que los daños causados por estas floraciones ascienden a millones en todo el mundo cada año.
Las algas producen sustancias tóxicas que pueden dañar gravemente o matar no solo a los peces sino también a otros organismos marinos. Actualmente, las autoridades australianas y organizaciones ambientales están investigando las causas del brote y tratando de evaluar la magnitud del daño.