Estructura Corporal, Características y Anatomía
Anatomía y estructura corporal del marrajo sardinero
Una mirada a las características externas
El tiburón marrajo, conocido científicamente como Lamna nasus, pertenece a la familia de los tiburones de la caballa (Lamnidae) y es un cazador elegante y altamente especializado de aguas marinas templadas a frías. Con su cuerpo aerodinámico y en forma de torpedo, está óptimamente adaptado para nadar rápido y de manera resistente.
La coloración del tiburón marrajo es característica: la parte superior muestra una tonalidad azul metálica a gris oscuro, que se delimita fuertemente hacia la parte inferior de color blanco brillante. Este marcado contracolor actúa como camuflaje: desde arriba, el tiburón se mezcla con el fondo marino oscuro; desde abajo, con la superficie brillante del agua. A diferencia del tiburón tigre, el tiburón marrajo no posee rayas ni manchas.
Cabeza y Hocico
La cabeza del tiburón marrajo es de forma cónica y termina en un hocico puntiagudo. Esta forma reduce la resistencia al agua y permite giros rápidos durante la caza. Las aberturas nasales son pequeñas y se encuentran ventralmente (en la parte inferior del hocico). Como en todos los tiburones, están rodeadas por las ampollas de Lorenzini, órganos sensoriales electroreceptores capaces de detectar incluso los campos eléctricos débiles generados por las presas.
Ojos y órganos sensoriales
Los ojos del tiburón marrajo son notablemente grandes, redondos y oscuros; una adaptación a la vida en aguas templadas a frías, donde las condiciones de luz suelen ser limitadas. Estos grandes ojos permiten una buena visión incluso en aguas turbias o al anochecer. Detrás de cada ojo hay un pequeño espiráculo que, en el tiburón marrajo, es apenas funcional y sólo rudimentario.
Branquias y estructura de la piel
El tiburón marrajo tiene cinco largas hendiduras branquiales a cada lado del cuerpo que permiten la absorción de oxígeno. Estas branquias se extienden hasta la región del pecho, pero son más cortas que las de otros tiburones mako como el gran tiburón blanco. La piel está cubierta de escamas placoideas, pequeñas escamas en forma de dientes que le dan a la piel una textura áspera similar al papel de lija. Estas escamas reducen la resistencia al flujo y protegen contra parásitos.
Distribución de las aletas
El tiburón marrajo posee dos aletas dorsales. La primera aleta dorsal es grande, triangular y está situada aproximadamente a la altura del borde posterior de las aletas pectorales. La segunda aleta dorsal es mucho más pequeña y se encuentra directamente sobre las pequeñas aletas anales. Las aletas pectorales tienen forma de hoz y son relativamente cortas. La aleta caudal es en forma de media luna (lunate) y casi simétrica, una característica típica de los tiburones pelágicos rápidos. Un rasgo anatómico particular son los quillas laterales en el pedúnculo caudal, que proporcionan estabilidad a altas velocidades.
Dentadura y dientes
La dentición del tiburón marrajo es muy característica y se diferencia claramente de otras especies de tiburones. Sus dientes son delgados, en forma de daga y lisos, sin los bordes aserrados que presentan los tiburones tigre o los tiburones blancos. Son ideales para agarrar y sujetar presas lisas y rápidas como la caballa, el arenque y los calamares.
En la mandíbula superior, los dientes están erguidos, mientras que en la mandíbula inferior están ligeramente inclinados hacia adentro. En la base de cada diente mayor, a menudo se encuentran pequeños dientes accesorios (cúspides). Como en todos los tiburones, los dientes rotos o desgastados son reemplazados continuamente por otros nuevos de las filas posteriores, en un mecanismo de sustitución de por vida.
Diferencias Sexuales: Macho vs. Hembra
Tamaño y Peso Corporal
En los tiburones marrajo se observan claras diferencias de tamaño entre los sexos, ya que las hembras suelen ser más grandes y pesadas que los machos. Las hembras adultas alcanzan generalmente longitudes de 2 a 2,5 metros, en casos excepcionales hasta 3,6 metros. Los machos suelen quedarse algo más pequeños, con longitudes promedio de unos 1,8 a 2,4 metros.
También existen diferencias de peso: las hembras, por su mayor masa corporal, pesan de media más; los ejemplares grandes pueden llegar hasta 230 kg, mientras que los machos suelen pesar entre
Órganos Reproductores y Características Externas
El rasgo externo más fiable para distinguir los sexos son los denominados claspers (o clásperes): órganos reproductores pares en forma de varilla situados en los bordes internos de las aletas pélvicas de los machos. Estos son claramente visibles y sirven para transferir esperma durante el apareamiento. Las hembras carecen completamente de estas estructuras.
Aparte de los claspers y la diferencia de tamaño, los machos y las hembras apenas se distinguen externamente. Ambos sexos presentan la típica parte superior azul metálico y la parte inferior blanca, así como formas de aleta y estructuras dentales idénticas.
Maduración y Crecimiento
La madurez sexual en los tiburones marrajo ocurre en diferentes momentos según el sexo. Los machos alcanzan la madurez sexual antes que las hembras, generalmente al alcanzar una longitud corporal de 1,5 a 1,9 metros, lo que corresponde a una edad de aproximadamente 4 a 8 años.
Las hembras, en cambio, requieren más tiempo para madurar. Alcanzan la madurez sexual solo cuando llegan a medir entre 2 y 2,2 metros, lo que puede equivaler a una edad de 8 a 13 años. Este proceso de desarrollo más prolongado está relacionado con su sistema reproductivo de alto gasto energético: las hembras de tiburón marrajo son ovovivíparas, es decir, llevan los huevos en su interior hasta que las crías eclosionan y nacen vivas. La gestación dura de 8 a 9 meses, y una camada incluye normalmente entre 1 y 5 crías, que al nacer ya miden de 60 a 75 cm.
Distribución y Hábitat
Distribución global
El tiburón marrajo (Lamna nasus) es un habitante típico de regiones marinas templadas a frías y presenta un patrón de distribución transatlántico y transpacífico característico. En contraste con muchas otras especies de tiburones, prefiere temperaturas de agua más frías, entre aproximadamente 5 y 18 °C, y evita en gran medida las aguas tropicales.
En el Atlántico Norte, el área de distribución del tiburón marrajo se extiende desde la costa este de América del Norte—de Terranova a Nueva Jersey—pasando por Groenlandia e Islandia hasta las aguas costeras europeas. Allí, se encuentra desde Noruega y las Islas Británicas, a través del Mar del Norte, hasta el golfo de Vizcaya y el Mediterráneo occidental. Se han documentado avistamientos ocasionales en el Mediterráneo, aunque allí es mucho más raro que en el Atlántico abierto.
En el Atlántico Sur, se encuentran tiburones marrajo frente a las costas de Sudáfrica, Argentina y el sur de Brasil, donde aprovechan las corrientes oceánicas frías.
En el Pacífico Norte, la especie está muy extendida: desde la costa de Japón y el mar de Ojotsk, pasando por las Aleutianas hasta la costa oeste de América del Norte—de Alaska al sur de California. En el Pacífico Sur, los tiburones marrajo se encuentran frente a Australia, Nueva Zelanda y Chile.
Hábitats y profundidades
Los marrajos habitan tanto en regiones costeras como oceánicas y muestran una notable flexibilidad en el uso de la profundidad. Son principalmente activos entre la superficie y los 200 metros, aunque también se han registrado regularmente a profundidades de hasta 700 metros. En ocasiones, descienden hasta 1.360 metros, por ejemplo, al cazar calamares de aguas profundas o durante largas migraciones.
Son especialmente comunes en regiones con alta densidad de presas, por ejemplo, en zonas donde se concentran cardúmenes de caballas, arenques o calamares. Las aguas costeras suelen servir como áreas de cría para los ejemplares jóvenes, mientras que los adultos se desplazan mar adentro hacia el océano abierto.
Comportamiento migratorio
El marrajo sardinero es un tiburón altamente migratorio que recorre grandes distancias de forma estacional. Estas migraciones dependen en gran medida de la temperatura y de la disponibilidad de alimento. Los datos de marcaje por satélite y de capturas muestran que algunos ejemplares realizan migraciones transatlánticas entre Norteamérica y Europa, recorriendo a veces más de 3.000 kilómetros.
En verano, los marrajos sardineros suelen desplazarse hacia aguas más frías del norte, siguiendo la presencia estacional de peces presa como arenques o caballas. En otoño e invierno, muchas poblaciones regresan a regiones más cálidas del sur o se trasladan a capas de agua más profundas, donde la temperatura es más estable. Este marcado patrón migratorio norte–sur los convierte en una de las especies de tiburones más móviles de las zonas templadas.
Los ejemplares jóvenes tienden a permanecer más tiempo en zonas costeras, mientras que los adultos prefieren hábitats oceánicos y recorren largas distancias a través de mar abierto.

Hábitats Típicos
Los marrajos sardineros están adaptados a aguas más frías y templadas y muestran una clara preferencia por determinadas regiones marinas. A diferencia de especies tropicales como el tiburón tigre, prefieren temperaturas más bajas y se encuentran tanto en zonas costeras como pelágicas.
Aguas Costeras
Los marrajos sardineros se encuentran con frecuencia en las plataformas continentales, donde cazan a profundidades de entre 0 y unos 200 metros. Prefieren las regiones costeras ricas en peces, especialmente en zonas con cardúmenes de caballas, arenques y sardinas. En estas áreas patrullan regularmente a lo largo de costas rocosas, bahías y bancos de arena.
Mar Abierto
Como un tiburón altamente pelágico, el marrajo común también se encuentra lejos en mar abierto. Sigue a bancos de peces migratorios y puede recorrer grandes distancias. En estas áreas, generalmente se mueve a profundidades entre 50 y 250 metros, aunque también puede alcanzar más de 1.360 metros.
Preferencia de temperatura
Una característica esencial del marrajo sardinero es su adaptación a aguas frías. Prefiere aguas entre 5 y 15 °C y, por ello, se encuentra principalmente en las regiones templadas del Atlántico Norte y del Pacífico Sur. En verano, los marrajos sardineros suelen seguir las corrientes frías hacia el norte, mientras que en invierno se desplazan hacia regiones más cálidas del sur.
Diferencias Entre Grupos de Edad
Los tiburones jóvenes pasan sus primeros años de vida principalmente en aguas costeras y poco profundas, donde están más protegidos de depredadores mayores y encuentran abundante alimento. Los marrajos sardineros adultos son mucho más móviles y realizan migraciones extensas entre áreas de alimentación y reproducción. Utilizan tanto zonas costeras como mar abierto y muestran un marcado comportamiento migratorio estacional.
Estilo de vida, alimentación y reproducción
Estilo de Vida y Comportamiento General
El marrajo sardinero (Lamna nasus) es un tiburón solitario y muy activo que prefiere las aguas frías de las zonas templadas. Solo forma grupos ocasionalmente, cuando la densidad de presas es especialmente alta, como durante los bancos estacionales de caballas o las migraciones de arenques. En esos casos, varios individuos cazan juntos, aunque sin desarrollar una estructura social fija.
Los marrajos sardineros se encuentran entre los nadadores más rápidos y resistentes de todos los tiburones. Su cuerpo en forma de torpedo, la aleta caudal en forma de media luna y las quillas laterales en el pedúnculo caudal les permiten alcanzar altas velocidades y realizar maniobras ágiles. Prefieren cazar en aguas abiertas (pelágicas) y persiguen activamente presas rápidas a lo largo de grandes distancias.
Una característica biológica peculiar del marrajo sardinero es su capacidad de endotermia regional. Gracias a un sistema de intercambio de calor por contracorriente (rete mirabile), puede mantener la temperatura corporal —especialmente en los músculos, los ojos y el cerebro— varios grados por encima de la temperatura del agua. Esto le permite mantenerse ágil y con rápidas reacciones incluso en aguas frías.
Alimentación y estrategia de caza
El marrajo sardinero se alimenta principalmente de peces óseos de tamaño medio. Entre sus presas preferidas se encuentran las caballas, los arenques, las merluzas, los jureles y las sardinas. Los calamares y otros cefalópodos también forman parte habitual de su dieta. Con menos frecuencia, el marrajo sardinero captura tiburones más pequeños, rayas u otros peces cartilaginosos.
La caza se realiza principalmente en aguas abiertas y se ve favorecida por la excelente visión de los grandes ojos y los rápidos movimientos de natación del marrajo sardinero. Utiliza ataques sorpresa y breves aceleraciones para dispersar los bancos de peces y aislar a individuos concretos. Sus dientes delgados y en forma de daga son ideales para sujetar y retener presas lisas y veloces.
Reproducción
El marrajo común es ovovivíparo, lo que significa que da a luz a crías a partir de huevos que se incuban dentro de la madre. Los huevos fecundados se desarrollan en el útero, y las crías eclosionan antes del nacimiento. La gestación dura aproximadamente de 8 a 9 meses. Cada camada tiene entre 1 y 5 crías, que ya alcanzan una longitud de 60 a 75 cm al nacer.
Las hembras alcanzan la madurez sexual tarde, normalmente entre los 8 y 13 años, con una longitud corporal de unos 2 a 2,2 metros. Los machos maduran antes, entre los 4 y 8 años, con longitudes de 1,5 a 1,9 metros. El tamaño de camada relativamente pequeño y los largos intervalos reproductivos hacen que la especie sea especialmente vulnerable a la sobrepesca.
Particularidades y amenazas
Una de las características más notables del marrajo sardinero es su endotermia, es decir, la capacidad de generar y conservar el calor corporal. Esto le otorga una clara ventaja sobre los peces de sangre fría en aguas frías y le permite una distribución geográfica más amplia.
El marrajo sardinero está gravemente amenazado debido a su lenta tasa de reproducción y su largo período de desarrollo. La pesca intensiva —tanto incidental como dirigida— ha reducido drásticamente las poblaciones en todo el mundo. En muchas regiones, las poblaciones ya han colapsado o están en fuerte declive. Los intervalos reproductivos más cortos provocados por la presión pesquera agravan aún más el problema, ya que las poblaciones no logran recuperarse adecuadamente.
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Reproducción y Ciclo de Vida
Los marrajos sardineros son ovovivíparos, lo que significa que las crías se desarrollan primero a partir de huevos dentro del útero de la madre, eclosionan allí y luego nacen vivas. Durante la gestación, los embriones se alimentan inicialmente del saco vitelino y más tarde también mediante oogafía, es decir, consumen huevos no fecundados que la hembra sigue produciendo.
| Característica | Descripción |
|---|---|
| Ciclo de Reproducción | aproximadamente cada 1 a 2 años por hembra |
| Periodo de gestación | aproximadamente 8 a 9 meses |
| Tamaño de la camada | entre 1 y 5 crías, generalmente 3 a 4 |
| Tamaño al nacer | unos 60 a 75 cm |
| Madurez Sexual | Machos de aproximadamente 1,5 a 1,9 m, hembras de aproximadamente 2,0 a 2,2 m de longitud |
| Esperanza de vida estimada | aproximadamente 25 a 45 años |
La reproducción suele ocurrir a finales del verano o en otoño. Machos y hembras se reúnen en áreas específicas, donde la cópula se inicia mediante círculos repetidos y contacto corporal. Los machos a menudo muerden las aletas pectorales de las hembras para mantenerse durante la copulación.
El nacimiento suele ocurrir a principios del verano en aguas costeras templadas. Los jóvenes marrajos sardineros nacen completamente desarrollados y son inmediatamente independientes. No hay cuidado maternal tras el parto. Los juveniles prefieren permanecer en zonas costeras poco profundas, donde están mejor protegidos de los depredadores mayores y pueden encontrar suficiente alimento.
Los marrajos sardineros crecen relativamente despacio y alcanzan la madurez sexual solo después de varios años. Los machos maduran antes (entre 4 y 8 años), mientras que las hembras tardan más (8 a 13 años). Esta lenta tasa de reproducción hace que la especie sea especialmente vulnerable a la sobrepesca.
Humanos y marrajos sardineros
Timidez natural y encuentros con humanos
El marrajo sardinero muestra una timidez natural hacia los humanos y solo se acerca a ellos de manera ocasional. Los encuentros entre buceadores o nadadores y marrajos sardineros son extremadamente raros. Hasta la fecha, hay muy pocos ataques documentados a humanos: la especie se considera inofensiva. Incluso en encuentros directos, el marrajo sardinero se comporta de forma cautelosa y generalmente evita el contacto.
Para los buceadores, el marrajo sardinero es un animal extremadamente fascinante pero difícil de observar. Debido a su preferencia por aguas frías y templadas y a su naturaleza tímida, los avistamientos son raros y se consideran una experiencia especial.
Áreas conocidas de avistamiento de marrajos sardineros
Existen algunas regiones donde los marrajos sardineros se avistan con mayor regularidad y que resultan interesantes para los buceadores apasionados:
• Gales (Reino Unido): Frente a la costa de Gales, especialmente alrededor de Pembrokeshire, se observan repetidamente marrajos sardineros. Las aguas frías y ricas en nutrientes ofrecen condiciones ideales.
• Irlanda: Las aguas costeras irlandesas también son conocidas por los avistamientos ocasionales de marrajos sardineros, especialmente en verano y otoño.
• Sudáfrica: En las aguas más frías frente a la costa sudafricana, especialmente en el Atlántico, se producen encuentros ocasionales con marrajos sardineros.
A pesar de estas zonas conocidas, el marrajo sardinero sigue siendo una visión rara y muy codiciada para los buceadores.

Amenaza por la pesca
El marrajo sardinero ha estado fuertemente afectado durante décadas por la pesca comercial y deportiva. Su carne es apreciada y se procesa en filetes, sus aletas se utilizan en la sopa de aleta, y su aceite de hígado se emplea en diversas industrias. Este uso variado ha llevado a que el marrajo sardinero haya sido y siga siendo intensamente capturado.
Además de la pesca dirigida, los marrajos sardineros suelen ser capturados como captura incidental en la pesca con palangre y redes de enmalle. Esta extracción no intencionada de las poblaciones contribuye significativamente a la amenaza de la especie. Muchos animales mueren en las redes o en los anzuelos antes de poder ser liberados.
El marrajo sardinero también es un objetivo codiciado en la pesca deportiva. Debido a su fuerza y velocidad, se considera una captura exigente. A pesar de la creciente práctica de captura y liberación, muchos animales mueren debido al estrés de la lucha o a las heridas provocadas por el anzuelo.
Declive de la población y medidas de protección
Debido a décadas de sobrepesca, las poblaciones de marrajos sardineros han disminuido drásticamente en muchas regiones. Se han documentado descensos significativos, especialmente en el Atlántico Norte, donde la especie estaba históricamente muy extendida.
En respuesta a esta situación, se han solicitado e implementado parcialmente numerosas medidas de protección internacionales:
• La UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) clasifica al marrajo sardinero como "Vulnerable".
• En varios países y regiones, se aplican cuotas de captura, tamaños mínimos o prohibiciones totales de pesca de marrajos sardineros.
• La Unión Europea y otras naciones pesqueras están trabajando en planes de gestión sostenible para estabilizar y conservar a largo plazo las poblaciones de marrajos sardineros.
• Los programas científicos de seguimiento de poblaciones y marcaje de marrajos sardineros proporcionan datos importantes para la conservación de la especie.
A pesar de estos esfuerzos, el futuro del marrajo sardinero sigue siendo incierto. Su lenta tasa de reproducción—las hembras maduran tarde y solo producen unas pocas crías—dificulta considerablemente la recuperación de las poblaciones.
Amenazas y desarrollo de la población
El marrajo sardinero (Lamna nasus) es una de las especies de tiburones más amenazadas del mundo. A pesar de su amplia distribución en mares templados a fríos, la especie ha disminuido drásticamente o casi desaparecido en muchas regiones debido a la sobrepesca masiva. En este artículo, analizamos en detalle la situación actual de amenaza y la evolución poblacional del marrajo sardinero.
Evolución de la población mundial: un descenso alarmante
Las poblaciones de marrajos sardineros se han desplomado masivamente en todo el mundo en las últimas décadas. La situación es especialmente dramática en el Atlántico Norte, donde la especie era históricamente más común. En el Mar del Norte y el Mar Báltico, el marrajo sardinero se considera prácticamente extinto: los avistamientos se han vuelto raros y prácticamente ya no existe una población reproductora.
Incluso en el Mediterráneo, donde los marrajos sardineros solían encontrarse regularmente, la especie es hoy extremadamente rara. Las estadísticas de captura muestran una disminución de más del 90 % desde mediados del siglo XX. En el Atlántico noreste, frente a las costas de Gran Bretaña, Irlanda, Noruega e Islandia, las poblaciones todavía existen, pero también están muy amenazadas y muy por debajo de los niveles históricos.
Se encuentran poblaciones más pequeñas, pero también en declive, en el Pacífico Norte (frente a Alaska, Canadá y Japón) así como en el Atlántico Sur (frente a Argentina y Sudáfrica). Los estudios allí también muestran un descenso continuo de las poblaciones, aunque no tan dramático como en el Atlántico Norte.
Principales amenazas: ¿Por qué está tan amenazado el marrajo sardinero?
Pesca dirigida
El marrajo sardinero fue durante décadas objeto de pesca comercial intensiva. Su carne se considera sabrosa y se comercializó como alimento en muchos países, especialmente en Escandinavia, Gran Bretaña y América del Norte. Además, sus aletas se utilizaron para el mercado asiático y su aceite de hígado para fines farmacéuticos y cosméticos.
La pesca dirigida con palangres, redes de enmalle y redes de arrastre dio lugar a capturas masivas. En las décadas de 1960 y 1970, se capturaron anualmente miles de toneladas de marrajos sardineros en el Atlántico Norte, mucho más de lo que las poblaciones podían soportar.
Captura incidental
Además de la pesca dirigida, la captura incidental también representa un problema importante. Los marrajos sardineros a menudo quedan atrapados en redes destinadas a otras especies de peces, como el bacalao, la caballa o el atún. Dado que muchas flotas pesqueras no están obligadas a documentar con precisión las capturas incidentales, el número real de marrajos sardineros muertos como captura incidental probablemente sea mucho mayor que el registrado oficialmente.
Baja tasa de reproducción
Una de las principales causas de la amenaza del marrajo sardinero es su biología reproductiva extremadamente lenta. Las hembras alcanzan la madurez sexual solo entre los 8 y 13 años, mientras que los machos lo hacen entre los 4 y 8 años. La gestación dura de 8 a 9 meses y en cada camada nacen solo de 1 a 5 crías.
Esta baja tasa de reproducción significa que las poblaciones de marrajo sardinero solo pueden recuperarse muy lentamente, incluso si disminuye la presión pesquera. En comparación con muchas especies de peces óseos que producen miles de huevos al año, el marrajo sardinero es biológicamente muy vulnerable a la sobrepesca.
Desequilibrio entre la presión pesquera y el potencial de recuperación
El principal problema para la protección del marrajo sardinero es el grave desequilibrio entre la alta presión pesquera y el bajo potencial de recuperación de la especie. Incluso después de la introducción de límites de captura o medidas de conservación, pueden pasar décadas antes de que las poblaciones se recuperen significativamente, siempre que la presión pesquera se mantenga realmente baja.
En muchas regiones, sin embargo, la pesca se detuvo solo después de que las poblaciones ya habían colapsado. Para entonces, el tamaño poblacional era tan bajo que la recuperación natural se volvió extremadamente lenta o incluso imposible.
Estatus y medidas de protección
Clasificación de la UICN
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasifica al marrajo sardinero a nivel global como “En peligro”. En algunas regiones, especialmente en el Atlántico nororiental y el Mediterráneo, la especie figura como “En peligro crítico”. Esta clasificación subraya la urgencia de aplicar medidas de conservación.
Apéndice II de la CITES
Desde 2014, el marrajo sardinero figura en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES). Esto significa que el comercio internacional de productos del marrajo sardinero (carne, aletas, aceite) debe estar estrictamente regulado y supervisado. Los países exportadores deben demostrar que la pesca es sostenible y que la especie no está más amenazada.
Protección en la UE
En las aguas de la Unión Europea, el marrajo sardinero está estrictamente protegido desde 2010. Todos los Estados miembros de la UE deben cumplir con una prohibición total de pesca. Además, las capturas accidentales deben ser liberadas de inmediato si el animal aún está vivo. Estas medidas son un paso importante para proteger las poblaciones europeas gravemente reducidas.
Prohibiciones y regulaciones de pesca
Además de la UE, otros países y organizaciones regionales de pesca también han adoptado medidas de protección:
– Noruega e Islandia han reducido drásticamente o suspendido temporalmente las cuotas de captura.
– Canadá ha establecido límites de captura para la costa atlántica.
– En Nueva Zelanda y Australia se aplican estrictas regulaciones sobre la captura incidental.
Sin embargo, en muchas regiones aún falta un control y mecanismos de cumplimiento efectivos.
Éxitos y fracasos en la conservación
Éxitos
En algunas regiones, las medidas de protección están mostrando los primeros efectos positivos. Frente a las costas de Irlanda y el Reino Unido, se han registrado más avistamientos de marrajos sardinero en los últimos años, lo que podría indicar una ligera recuperación. Los estudios de seguimiento también han proporcionado información valiosa sobre rutas migratorias y uso del hábitat, que puede utilizarse para esfuerzos de conservación específicos.
Fracasos y desafíos
No obstante, la situación general sigue siendo crítica. En muchas regiones, las poblaciones están tan reducidas que su recuperación es incierta. La pesca ilegal, la vigilancia insuficiente y la elevada captura incidental en aguas internacionales siguen siendo problemas centrales.
Además, en muchas partes del área de distribución de la especie falta información completa sobre el tamaño y las tendencias de las poblaciones, lo que dificulta la planificación y aplicación de estrategias de conservación efectivas.
Conclusión: Necesidad urgente de actuar
El marrajo sardinero ejemplifica el destino de muchos depredadores marinos altamente móviles y de reproducción lenta. Sin una protección internacional coherente, un control efectivo y el fin de la sobrepesca, la especie seguirá disminuyendo o desaparecerá por completo en gran parte de su área de distribución.
Se necesitan urgentemente mayores esfuerzos, tanto a nivel político mediante acuerdos internacionales como a través de la investigación científica y la educación pública, para garantizar la supervivencia a largo plazo del marrajo sardinero.

Desarrollo de la población en diferentes regiones
La evolución global de la población de marrajo sardinero es alarmante. Los estudios a largo plazo y las investigaciones regionales muestran un descenso dramático que se mantiene en muchas regiones desde hace décadas.
Atlántico nororiental
En el Atlántico nororiental, donde los marrajos sardinero eran históricamente comunes, las poblaciones han colapsado de manera dramática. Los datos de los estudios pesqueros europeos muestran que las tasas de captura han disminuido en más del 80 % desde la década de 1960. Los stocks del Atlántico nororiental son los más afectados, donde la pesca comercial y la captura incidental han diezmado gravemente las poblaciones.
El tamaño promedio de los animales capturados también ha disminuido, lo que indica que los individuos grandes y sexualmente maduros han desaparecido de las poblaciones. Esto tiene consecuencias a largo plazo para la capacidad de regeneración de las poblaciones.
Atlántico noroeste
En las aguas de Canadá y Estados Unidos, la situación es igualmente crítica. Desde la década de 1960 se ha observado un descenso continuo. Aunque la pesca comercial de marrajo sardinero se ha detenido en gran medida en Canadá, la recuperación de las poblaciones es extremadamente lenta o se ha estancado por completo. Los científicos estiman que los stocks en el Atlántico noroeste han disminuido entre un 70 y un 90 %.
Un problema particular es la captura incidental en la pesca de palangre. Muchos marrajos sardinero mueren antes de poder reproducirse, lo que dificulta considerablemente la regeneración de la población.
Atlántico sur y Pacífico sur
También se observan tendencias preocupantes en las aguas templadas del hemisferio sur. En Argentina, Chile y Nueva Zelanda, las poblaciones de marrajo sardinero han disminuido drásticamente en las últimas décadas. En estas regiones, la especie se captura regularmente como captura incidental en la pesca industrial.
La situación es especialmente grave en las aguas argentinas, donde la intensa pesca de arrastre de fondo ha afectado fuertemente a las poblaciones de marrajo sardinero. Se estima que han disminuido al menos un 50 % en los últimos 30 años.
Recovery prospects and future outlook
La recuperación de las poblaciones de marrajo sardinero es extremadamente difícil debido a sus características biológicas. Los marrajos sardinero crecen lentamente, alcanzan la madurez sexual tarde y tienen una baja tasa de reproducción (solo 1 a 5 crías por camada). Estos factores hacen que la especie sea particularmente vulnerable a la sobrepesca.
Incluso con una prohibición total de pesca, la recuperación de las poblaciones llevaría décadas. Los científicos advierten que, sin medidas de conservación estrictas y cooperación internacional, la población mundial de marrajo sardinero seguirá disminuyendo. La tendencia mundial es a la baja y actualmente no hay signos de un cambio de rumbo.


