Una mujer de 85 años resultó herida mientras nadaba cerca de la playa del Ballermann. Se activó la alarma de tiburón, pero los expertos descartan que se tratara de un ataque. El martes al mediodía, el ambiente de vacaciones se tornó caótico en la Playa de Palma: sirenas, socorristas nerviosos, turistas desconcertados. La mujer salió del agua con una profunda herida en la pierna. Al principio, todo apuntaba a un tiburón azul, especie que a veces se observa en el Mediterráneo. Sin embargo, nadie lo vio. “El responsable no fue un tiburón”, aseguró Aniol Esteban, biólogo marino de la Fundación Marilles. Podría haber sido una raya, un anjova o incluso un pez ballesta. Las medusas también pueden causar lesiones muy dolorosas.
Ataques de tiburón en el Mediterráneo: un mito
Según Esteban, el riesgo de encontrar tiburones al nadar en Mallorca es prácticamente nulo. La población de tiburones ha disminuido drásticamente y los pocos que quedan evitan la costa. “Ver un tiburón nadando es más raro que ganar la lotería”, bromeó.
Más peligros reales en el mar
Lo que sí ocurre con frecuencia son picaduras de medusas, pisar peces venenosos escondidos en la arena o ser mordido por una morena en una grieta de roca. Nicole Stahl, turista alemana, prefiere no mojar más que los pies. Giulliano Sanfilippo comenta: “No sabemos qué hay bajo el agua”. Para Esteban, la verdadera preocupación es otra: “Deberíamos preocuparnos por la ausencia de tiburones, no por su presencia”.
